Perú y Chile 2018 - Parte 9

Perú y Chile 2018

Día 9 (12/04/2018) - Pukará de Quitor

A San Pedro de Atacama, en el autobús llegamos solos casi a las 12 de la noche. El resto de pasajeros bajaron en Calama. Nos dejaron al sur del pueblo, casi a 2 Km del hostal y creo fue el único "pero" del autobús. De camino a nuestro hostal "Diemi" paramos en un puesto de perritos que nos encontramos por el camino. Pedimos 3 perritos, pero resultaron tan grandes y les echan tanta salsa que entre los tres solo fuimos capaces de comernos 2 de ellos. Por suerte, un poco más adelante, en otros puestos callejeros donde acostumbra a cenar la gente local, encontramos un taxi que nos acercó por 1000 pesos a nuestro hotel.

Teníamos la mañana libre y nos levantamos tarde, después de ver en diferido el partido que nos habíamos perdido. Desayunando la chica tan amable del hostal nos comento que podíamos aprovechar la mañana visitando unas ruinas que hay cerca de San Pedro.

Se llamaban "Pukará de Quitor" y ella se encargo de llamar a un taxi que por 5000 pesos nos llevó y luego nos fue a buscar para devolvernos a San Pedro.

El pucará de Quitor es una construcción preincaica ubicado a 3 km al norte de San Pedro de Atacama, que data del siglo XII.

Está hecho en piedras que trepan un cerro a modo de fortaleza con un muro defensivo perimetral, actualmente está considerado monumento nacional de la República de Chile.

Toma su nombre de la agrupación agraria prehispánica, el "Ayllu" de Quitor".

Al llegar, pagamos la entrada en una pequeña caseta 5 mil pesos, donde nos dieron un mapa.

Además del treking al cerro de la fortaleza tiene otro pequeño paseo a una caverna que fue lo primero que visitamos. Llegamos primero a un jardín con un árbol sagrado de nombre algarrobo y del que sale un paseo a la gruta y donde se llega pasando por este arco de piedra. Está adornado de esculturas en la piedra realizadas por artistas locales y que son recientes.

Una vez visitada la caverna, hay 2 senderos..primero subimos a un cerro menos elevado de unos 80m donde se ubicaba Quitor, sus viviendas y silos...

Su localización está en un recodo de la quebrada por cuyo cauce fluyen las aguas del río San Pedro o río Grande

Pucará de Quitor se extiende por el cerro a modo de terrazas, sirviendo las empinadas laderas de defensa adicional.

Mis padres subieron hasta aquí...yo apenas tenía media hora más pues a las 13h habíamos quedado con el taxista y pese al calor que ya hacía y sin agua, me decidí en subir por el segundo sendero al cerro más alto donde está el Mirador.

Desde este segundo cerro donde se ubican varios miradores hay muy buenas vistas de Quitor y las terrazas...

Sobre el cerro de Quitor se encuentra el Pukará (Fuerte) de Quitor, construido por el Pueblo Atacameño para defenderse de otros pueblos que habitaban Sudamérica principalmente de los Aymara.

Con una altura de unos 80m su función era principalmente de defensa, ante eventuales asedios bélicos, con una labor económica subsidiaria, para proteger las rutas comerciales, por lo que su situación era importante. Este pukará se sitúa en la ladera sur de la quebrada en la Cordillera de la Sal, por la que fluye el río San Pedro.

Según subía al mirador iba descubriendo nuevos miradores cada vez más altos...llegaba a uno y aparecía otro más...desde abajo no se calcula bien la altura real y todo lo que se tienen que subir.

Ya arriba hay unas vistas increibles del Valle de la Muerte o Valle de Marte.

Arriba del todo en el mirador principal hay una escultura de tono amarillo, rodeada por una plataforma de piedra y detrás tiene una especie de chamizo con mesitas a la sombra para descansar o hacer un picnic.

Increíbles vistas del Valle de Marte y la Cordillera de la Sal.

También conocido como valle de la Muerte esta en medio de la Cordillera de la Sal, a tan solo 2 kilómetros de San Pedro de Atacama. Su nombre se debe a que antiguamente, quien osaba cruzar este valle moría en el intento.

Se caracteriza por poseer extrañas formaciones geomórficas y topográficas donde abundan rocosas esculturas naturales y dunas de arena.

"Dios mio Dios mio, porque me has abandonado"...es la inscripción que reza en el monumento.

En una lápida se describe que es un homenaje a 25 atacameños degollados en estos parajes. Según cuentan sucedió en 1540 cuando llegaron aquí los conquistadores. Notamos mucha reivindicación en Chile y Perú , respecto al tema de los conquistadores españoles...motivada sobretodo por los relatos de los guías, que en un 90% no eran más que leyendas e invenciones. Era muy notorio como siempre penalizaban más los supuestos hechos de los conquistadores y minimizaban las acciones  salvajes y beligerantes de los pueblos indígenas que principalmente se venían matando entre ellos y hacían sacrificios con su propia gente por motivos religiosos.

Se pueden encontrar restos de huesos de animales o de personas en el lugar, además de trozos de yeso naturales que muchas veces son confundidos con estos vestigios.

En las dunas mucha gente practica sandbox o treking y no se ve ningún tipo de planta o insecto.

También hay buenas vistas de San Pedro de Atacama..un oasis en medio del desierto...

...y de la cordillera de los Andes, con el volcán Licancabur al frente.

Bajé sin parar, pues ya me había retrasado más de cuarto de hora respecto a la hora acordada..

Por suerte mis padres se adelantaron y ya me estaban esperando junto al taxi. Abajo en la base hay baños y unas mesas y bancos a la sombra para descansar antes y después de la caminata.

Al llegar a San Pedro, nos fuimos directo a comer a la pizzería de la calle Caracoles que ya habíamos visitado anteriormente cuando pedimos el calabacín...eran ya nuestros últimos coletazos en San Pedro y me dí un homenaje pidiendo un Pisco Sour después de tanto jugo y limonada.

Esta vez si comimos pizza de aceitunas negras y anchoas, y una ensalada de tomate. Todo muy bueno.

Hasta bien entrada la tarde no nos recogían para llevarnos a Calama y de regreso al hostal paramos a hacer las últimas compras en este mercadillo local junto a la plaza y por el que pasamos tantas veces todos los días.

Aquí compramos los famosos guantes y gorro que íbamos a llevar en nuestra excursión a Uyuni y que tanto eché en falta en Tatio. También las hojas de Coca que acabamos regalando al chófer de Uyuni pues no las podíamos pasar por la frontera en nuestro regreso...y por supuesto una alfombra de lana de Alpaca que actualmente está en la habitación de Marjaliza de mis sobrinos.