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Perú y Chile 2018 - Parte 3

Perú y Chile 2018

Día 3 (06/04/2018) - San Pedro de Atacama y Valle de la Luna

Bueno pues después de dos días prácticamente viajando, ya era hora de que empezase lo bueno...

Para desayunar empezamos con la Coca. La mujer encargada del hostal nos regaló una bolsita y nos explicó como tomarla...

Nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo para buscar la agencia de viajes con la que había contratado las excursiones desde Madrid. Lo cierto es que nos es necesario contratar nada con anterioridad. Un simple paseo por la calle Caracoles da idea de la gran oferta que hay de excursiones y se puede ver que todo el mundo contrata diariamente aquí el mismo día o la tarde antes.

La Iglesia de San Pedro, en la plaza está perimetrada por un muro de adobe que tiene tres puertas coronadas por un arco, es la más grande y hermosa de la región. Fue sede parroquial antes de 1641, pero sus actuales muros datan de 1744 y fueron reparados entre 1839 y 1843. La torre, del año 1964, reemplazó una antigua de madera

San Pedro de Atacama esta a 2407m de altitud, alto pero no tanto como para que mi padre y yo estuviésemos tomando coca como si ya estuviésemos en el Everest...pero hay mucha propaganda con este tema del mal de altura y te vuelves si querer un poco hipocondríaco.

Nuestra agencia estaba cerrada, así que continuamos nuestra vuelta por el pueblo para hacer tiempo. La actividad en las agencias comienza normalmente a mediodía y luego ya están abiertas hasta muy tarde que es cuando la gente regresa de las excursiones y contrata otras para la mañana siguiente.

El desayuno había sido ligero y el pueblo además de la plaza, la iglesia y la calle caracoles tienen poco más que visitar, por lo que nos sentamos en una terraza (Iko Iko Cafe) a tomar unos zumos.

Muy ricos pero también caros (3000-4000 pesos cada uno), los zumos de frutas son muy típicos.

Vimos empezar a comer en otras mesas y aunque era aún pronto pues ya picamos algo...un perrito con guacamole y una especie de salsa de mayonesa riquísimo y unas sartencitas que llaman "pailas" y que las había de huevo con queso, con beicon,etc

Resolvimos el tema de las excursiones con la agencia y les preguntamos por el tema de la altura para el tour que contratamos de 4 días por el altiplano a más de 4000m y el salar de Uyuni a unos 3600m. Nos organizaron para ir esa misma tarde al Valle de la Luna que estaba a la misma altitud del pueblo y los geiseres de Tatio para la mañana siguiente a más de 4300m. El plan era que si notábamos problemas con la altura en los geiseres, entonces cancelábamos la excursión de los 4 días y nos devolvían el dinero.

Regresamos al hotel para descansar antes de la excursión de por la tarde...el camino hasta el hotel era de 1,1Km. Quizás este fue un fallo mío pues creo que estaba demasiado alejado, aunque luego vimos que todos los hostales estaban lejos del centro..incluso algunos mucho más...

En el paseo al hotel eso si, había unas vistas espectaculares de la cordillera andina y del volcan Licancabur de 5920msnm.

En efecto estábamos en la ruta hacia los geiseres de Tatio...y al otro lado de la cordillera estaba Bolivia.

Después de descansar en el hotel, regresamos a la puerta de la agencia "Sol Andino" en la calle Toconao donde habíamos quedado para hacer la excursión al Valle de la Luna por la tarde. En una casa de cambio frente a la agencia encontramos el mejor tipo de cambio para nuestros Euros y fue allí donde hicimos siempre los cambios.

Las excursiones hechas con agencia en Atacama son casi todas en pequeños autobuses o furgonetas. Luego descubrimos algunos turistas que habían alquilado todo terrenos en Calama y hacían las excursiones por libre. Sin duda esa será mi opción si vuelvo a visitar Atacama.

El valle de la Luna es un paraje desértico en el desierto de Atacama, a 13 km al oeste de San Pedro de Atacama.

Junto con el Valle de la Muerte, este lugar es único dentro del entorno que rodea la sierra Orbate a 2500 msnm, se trata de una depresión de tamaño relativo de 440 km² de la llamada Cordillera de la Sal en el Salar de Atacama circundado por crestas de 500 m de elevación. Su extensión abarca desde el oeste por la cordillera de Domeyko, por el este por Toconao y Peine por el sur.

El cielo esta tan despejado que se veía perfectamente el volcán Licancabur.

La primera parada es aquí en este mirador del Valle de la Luna a la entrada...

Lo cierto es que la vista es espectacular, pero en mi caso no lo disfrute porque estaba más pendiente de que la gente me dejase hacer fotos y también pendiente del tiempo que nos dio el guía.

Era un sitio para sentarse con calma y estar allí disfrutando del paisaje cuando los autobuses de las excursiones se fuesen..así que una pena.

En 1982 fue declarado santuario de la naturaleza y es parte de la reserva nacional Los Flamencos

Existió un gran lago o mar interior en el sector El Tambo entre Toconao y Peine a finales de la Era Terciaria formada por la cuenca hidrográfica del volcán Licancabur.
Fue modelado a lo largo de milenios por la erosión fluvial y eólica, las que han tallado su suelo en formas de crestas con puntas, hondonadas, montículos de colores grises y ocres, que le dan esa apariencia lunar tan característica.

El clima es desértico de altura, con una gran oscilación térmica entre el día y la noche

Después del mirador paramos en esta especie de Visitor Center donde hay baños y una especie de centro de visitantes.

La chakana o cruz andina es un símbolo aborigen de los pueblos indígenas de los Andes centrales en los territorios donde se desarrollaron tanto la cultura inca (sur de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina) como algunas culturas preíncas (Perú y Bolivia).

La siguiente parada fue en la Caverna...



Aquí nos dieron un corto paseo de una media hora por una cueva entre rocas donde pudimos ver y probar la sal impregnada en ellas y que dependiendo de como les diese el sol brillaban.

Aquí el guía nos dio una chala del tipo de rocas del valle, básicamente limolita, yeso, y sal (cloruro de sodio), arcilla y arena conformando rocas sedimentarias de origen paleozoico.

De la caverna nos fuimos a otra zona llamada las Tres Marías...
A mi me gusto casi más, creo que por la luz en ese momento de la explanada frente a los monumentos naturales que llevan ese nombre.
Supuestamente el nombre se debe a que las rocas aquí tienen forma de esculturas de la virgen. También es un sitio que lo hubiese disfrutado más viniendo por libre...
De las Tres Marias regresamos a la zona donde están las Dunas. A medio camino el guía nos ofreció bajarnos y hacer la ultima parte del trayecto a pie, pasando por el anfiteatro.


De nuevo, lo que podía haber sido un tranquilo paseo por el anfiteatro hasta la Duna Mayor, fue un meteprisas donde apenas se podía parar a contemplar el paisaje o hacer una foto.

La puesta de sol era a las 18:30 y había que estar en lo alto de la duna a esa hora...
Mi madre como buena experta en subidas, cogió rápidamente la delantera. Mi padre y yo obsesionados ya con el mal de altura subimos a nuestro ritmo más tranquilo...

Encontramos un buen sitio para observarlo y así nos libramos del pestuzo pesado del guía por un rato.

Como diría mi madre..las puestas de sol están sobrevaloradas...pero bueno ya que estábamos...

Después de la puesta de sol cuando ya todo el mundo bajaba hacia los autobuses, yo me fui al final de la cresta para hacer unas fotos del panorama...

De mismo modo..estas fotos y este paisaje eran para haberlo disfrutado con calma y no tener que bajar rápido porque había que irse...

Una vez se puso el sol...fue interesante comprobar como empezó a caer la temperatura fuertemente y pasamos de un fuerte calor a un fresquito como para ponerse un forro polar.

Por suerte había un guarda del parque que me hizo unas fotos, aunque esto hubiese impedido que incluso viajando por libre hubiese volado mi dron....un pena.

Con más tiempo seguro que hubiésemos podido adentrarnos más en el valle y disfrutar más pausadamente de cada punto, pues lo cierto es que se me hizo muy corta esta excursión...

Rápidamente empezó también a hacerse de noche y ya pude observar los ocres en la rocas y los diferentes estratos de las montañas que componían el paisaje...

Tuve que acelerar en la bajada y el cansino del guía ya nos estaba metiendo prisa. En el parking ya nos fijamos en los coches particulares y todoterrenos de la gente afortunada que iba por libre...definitivamente un fallo.
Todas las excursiones terminan en la calle Caracoles, y como normalmente hay que madrugar, se cena pronto. Fuimos al hotel a dejar algunas cosas y asearnos un poco antes de regresar al centro para cenar.

Elegimos el restaurante Adobe, uno de los más caros pero quizás de los mejores en cuanto a servicio y presencia. La comida también estaba muy buena. Pedimos unos entrantes de quinoa y unas quesadillas. Para beber un jugo pues al día siguiente subíamos a mucha altura y ya nos habían asustado de no beber alcohol y de comer ligero.