Japón 2025
Kioto (11/03/2025)
Visitábamos de nuevo Kioto, donde en nuestro viaje anterior tuvimos poco tiempo, con la esperanza de descubrir nuevos rincones y sitios...y vaya si los encontramos 👀👀
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Como el día amaneció algo lluvioso, decidimos que nuestra primera visita fuese al Bosque de Bambú de Arashiyama. |
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Primera visita y a uno de esos lugares que no fuimos a ver en nuestro primer viaje. |
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El Bosque de Bambú de Arashiyama se encuentra en el distrito de Saga-Arashiyama, al oeste de Kioto, y cubre un área de aproximadamente 16 hectáreas de senderos rodeados de bambú moso gigante. |
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Los tallos de bambú alcanzan entre 10 y 20 metros de altura, creando un efecto de túnel natural que cambia con la luz del día, especialmente mágico al amanecer y al atardecer. |
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El sonido del viento entre los bambúes fue seleccionado por el gobierno japonés como parte de los "100 paisajes sonoros de Japón", por su valor cultural y ambiental. |
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El acceso al bosque es gratuito y abierto las 24 horas. |
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El bosque forma parte del antiguo dominio imperial de Arashiyama, y ha sido fuente de inspiración para poetas y artistas desde el período Heian (794–1185). |
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La ruta principal del bosque conecta el templo Tenryū-ji, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con el parque Kameyama y el área del río Katsura. |
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Así pues nuestra siguiente parada, también nueva fue el templo Tenryū-ji. |
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Desde el bosque de bambú accedimos al templo por los jardines, su principal atractivo especialmente en primavera con los cerezos en flor. |
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Tenryū-ji, fundado en 1339 por el shōgun Ashikaga Takauji en honor al emperador Go-Daigo, es el templo principal de la escuela Rinzai del budismo zen. |
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Fue clasificado como el primer templo entre los Cinco Grandes Templos Zen de Kioto (Kyoto Gozan), reflejando su alta jerarquía en la estructura budista de la época Muromachi. |
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El templo original ha sido destruido por incendios hasta 8 veces, y la estructura actual data principalmente del siglo XIX, aunque conserva el trazado original del jardín. |
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Su jardín paisajístico, diseñado por Musō Soseki, ha permanecido intacto desde el siglo XIV y está considerado uno de los primeros jardines "shakkei" (paisaje prestado), usando las colinas de Arashiyama como fondo escénico. |
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El jardín central, llamado Sōgenchi Teien, fue designado como Lugar de Especial Belleza Escénica por el gobierno japonés y rodea un gran estanque con puentes, rocas y pinos centenarios. |
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El templo forma parte de los Monumentos históricos de la antigua Kioto, reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1994. |
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Entre sus pabellones destaca el Hojo (sala principal), con su suelo de tatami y puertas corredizas decoradas con pinturas en tinta sumi-e que reflejan la estética zen. |
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En los terrenos del templo también se encuentra un restaurante que sirve shōjin ryōri, comida budista vegetariana tradicional, preparada por monjes del templo. |
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El nombre Tenryū-ji significa "Templo del Dragón Celestial", inspirado en un sueño que tuvo Musō Soseki, donde un dragón ascendía desde el río, interpretado como el espíritu del emperador Go-Daigo. |
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El templo está ubicado justo a orillas del río Katsura, y durante el otoño ofrece una vista espectacular con los colores rojos y dorados reflejados en el estanque del jardín. |
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Musō Soseki, fundador espiritual del templo, fue un destacado maestro zen, poeta y paisajista, y sus enseñanzas aún influyen en la tradición zen japonesa moderna. |
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Tenryū-ji es uno de los templos más visitados de Kioto, recibiendo más de 1 millón de visitantes al año, especialmente durante la floración de los cerezos en primavera. |
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El complejo incluye una serie de pasarelas de madera cubiertas que conectan los distintos edificios, permitiendo recorrerlo cómodamente incluso en días de lluvia como este que teniamos nosotros. ☝💧 |
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Visto el templo y el bosque de bambú, cogimos de nuevo el coche y nos fuimos a ver el Kinkaku-ji Temple. |
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Pero primero paramos a tomarnos un pequeño aperitivo en un 7eleven, por el que pasamos de camino al templo. |
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El Kinkaku-ji fue construido en 1397 como villa de descanso del shōgun Ashikaga Yoshimitsu, y convertido en templo zen tras su muerte, cumpliendo su voluntad. |
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El nombre oficial del templo es Rokuon-ji, pero es mundialmente conocido como “Kinkaku-ji” por el pabellón recubierto en oro. |
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El pabellón principal está cubierto en láminas de oro puro (oro de 22 quilates) en su segunda y tercera planta, lo que lo hace brillar intensamente sobre el estanque. |
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El edificio combina tres estilos arquitectónicos: shinden-zukuri en la planta baja, buke-zukuri en la segunda, y estilo zen chino en la tercera planta. |
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La tercera planta alberga una reliquia de Buda, motivo por el cual se considera un relicario sagrado y no está abierto al público. |
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El pabellón actual fue reconstruido en 1955, tras ser incendiado en 1950 por un monje con problemas mentales, un hecho que inspiró la famosa novela El Pabellón de Oro de Yukio Mishima. |
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El templo y su entorno fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994 como parte de los “Monumentos históricos de la antigua Kioto”. |
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El Kyōko-chi ( “Estanque Espejo”) rodea el pabellón y refleja su imagen dorada, creando una de las vistas más fotografiadas de Japón. |
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En el estanque hay pequeñas islas simbólicas, como la isla de la grulla y la tortuga, símbolos de longevidad en la tradición japonesa. |
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El complejo está rodeado por un jardín paisajístico estilo Muromachi, con senderos sinuosos, pinos recortados y roca ornamentada con fuerte carga simbólica. |
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Uno de los puntos del jardín es el Sekka-tei, una casa de té construida durante el período Edo, famosa por su ambiente sobrio y por ofrecer vistas al pabellón dorado desde lo alto. |
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Al final del recorrido se encuentra un pequeño santuario llamado Fudō-dō, dedicado a Fudō Myōō, una deidad protectora del budismo esotérico. |
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Kinkaku-ji recibe más de 5 millones de visitantes al año, lo que lo convierte en uno de los sitios más visitados de Japón, especialmente en otoño e invierno. |
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En la salida del recinto se pueden comprar omamori (amuletos), y en algunas épocas también se ofrece matcha (té verde) con dulces en una sala tradicional...por amuletos no será pues Daniel se llevo la mitad de los que tenían. |
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Aunque el interior del pabellón no está abierto al público, la experiencia visual desde los miradores, combinada con el entorno natural, hace de Kinkaku-ji una visita espiritual y estética única. y para mi si que quizás esel más bonito que vimos. |
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Desde aquí nos fuimos a ver otro templo que de nuevo tampoco vimos en nuestro anterior viaje, el Ryōan-ji. |
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Aunque ya tuvo varios amagos antes, como en el Buda de Kōtoku-in, creo que fue aquí en kioto donde la enfermedad de Dani con los omamori llegó a su cima. |
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Ryōan-ji fue fundado en 1450 por Hosokawa Katsumoto, un señor feudal del período Muromachi, y pertenece a la escuela Rinzai del budismo zen. |
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El templo es mundialmente conocido por su jardín seco de rocas (karesansui), considerado uno de los máximos ejemplos de jardinería zen japonesa. |
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El jardín de rocas mide 25 x 10 metros, está cubierto de grava blanca cuidadosamente rastrillada y contiene 15 piedras distribuidas en cinco grupos, rodeadas de musgo. |
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Curiosamente, desde cualquier ángulo del mirador del templo, solo se pueden ver 14 piedras a la vez; se dice que solo quien alcanza la iluminación puede ver las 15. |
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El significado del jardín es deliberadamente ambiguo: algunas interpretaciones ven islas flotando en un mar, montañas entre nubes o tigres cruzando un río. |
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El salón principal (Hojo), desde donde se observa el jardín seco, contiene puertas corredizas decoradas con pinturas tradicionales en tinta sumi-e. |
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Ryōan-ji fue incluido como parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, junto con otros templos de Kioto. |
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A pocos pasos del jardín, se encuentra la famosa tsukubai (piedra de abluciones), con una inscripción que puede leerse como "ware tada taru o shiru" (吾唯足知) —“yo solo sé lo que es suficiente”, un mensaje central del pensamiento zen. |
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El complejo también incluye un hermoso jardín con estanque (Kyōyōchi Pond) rodeado de senderos, sakuras y nenúfares, que data del siglo XII, antes incluso que el templo. |
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Después de ver el famoso jardín Zen de piedras, de nuevo cogimos el coche para visitar otro destino inedito: el Castillo Nijō. |
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Después de aparcar en el parking del Castillo, seguramente el parking más caro de los que pagamos en Japón, me hice esta foto con el mapa del castillo, en honor a mi padre ☺💕 |
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El Castillo Nijō fue construido en 1603 como residencia oficial en Kioto del primer shōgun Tokugawa, Tokugawa Ieyasu, marcando el inicio del período Edo. |
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Está rodeado por dos fosos concéntricos y murallas de piedra, ocupando una superficie de aproximadamente 275 000 m², con edificaciones distribuidas en jardines interiores y patios. |
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El Ninomaru-goten (palacio Ninomaru), principal edificio del castillo, es famoso por su arquitectura shoin-zukuri y por sus elaboradas puertas corredizas (fusuma) decoradas con escenas de tigres, pinos y grullas. |
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Las salas del Ninomaru están conectadas por suelos llamados uguisu-bari (suelos del ruiseñor), que chirrían intencionadamente para alertar sobre posibles intrusos...y vaya si chirriaban los suelos 👂 |
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El castillo cuenta con más de 3 000 paneles pintados a mano por artistas de la escuela Kano, muchos de los cuales están protegidos como Tesoro Nacional o Propiedad Cultural Importante. |
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En 1867, el castillo fue el escenario del taisei hōkan, la restauración del poder imperial, cuando el shōgun Tokugawa Yoshinobu devolvió el poder al emperador Meiji. |
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El jardín Ninomaru es un jardín paisajístico del período Edo con un gran estanque, islas artificiales, rocas ornamentales y puentes, diseñado para verse desde el interior del palacio. |
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En el área interior se encuentra también el Honmaru-goten, un segundo palacio construido en el siglo XIX, raramente abierto al público, ya que es más frágil y reservado para ocasiones especiales. |
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Nijō-jō fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1994 como parte de los “Monumentos históricos de la antigua Kioto”. |
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Durante la primavera, el castillo es un destino muy popular para el hanami, ya que alberga más de 400 cerezos de diversas variedades, incluyendo algunos de floración tardía...nosotros solo pudimos ver los de floración temprana.💔 |
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El castillo también se ilumina por la noche en ciertas temporadas, como durante los festivales de otoño o primavera, lo que permite recorrer sus jardines con ambientación especial y proyecciones de arte digital. |
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Después del palo y el golpe tonto que me di en la cabeza al pagar el parking del castillo (en efecto aun me acuerdo), retomamos nuestro hábito de aparcar en los parking públicos con su cepo como Dios manda. ☝❤ |
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Nuestra siguiente parada fue breve, ya que el Palacio Imperial estaba cerrado a visitas, solo se podía ver por fuera y pasear por sus interminables alrededores. |
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El Palacio Imperial Sentō fue construido en 1630 por orden del emperador Go-Mizunoo como residencia de retiro (sentō) para los emperadores abdicados; aunque su edificio original ya no existe, su extenso jardín paisajístico de estilo Edo ha sido cuidadosamente preservado. |
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El jardín cubre aproximadamente 57 hectáreas y está dividido en dos secciones principales (norte y sur), con grandes estanques, islas, puentes de madera curvos y senderos que reflejan la estética de la contemplación japonesa...nosotros recorrimos solo un tramo y como el jardín no estaba tampoco en su esplendor pues lo dimos por visto. |
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Así pues nos fuimos a ver el santuario de Fushimi Inari-taisha..otro lugar que no comprendo como no pudimos verlo la vez anterior. |
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Fushimi Inari-taisha fue fundado en el año 711 d.C., lo que lo convierte en uno de los santuarios sintoístas más antiguos de Japón. |
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Es el santuario principal (sohonsha) dedicado a Inari Ōkami, la deidad del arroz, el comercio, la fertilidad y la prosperidad. |
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Durante el período Heian (794–1185), el santuario recibió apoyo imperial y fue clasificado como uno de los 22 santuarios imperiales principales (Nijūnisha). |
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El complejo fue reubicado en su actual emplazamiento al pie del Monte Inari en el año 816 por orden del monje Kūkai. |
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Actualmente está gestionado por la familia Hata, que ha servido como sacerdotes del santuario desde la antigüedad. |
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El nombre “Inari” deriva de "ine-nari" (稲成), que significa “crecimiento del arroz”, reflejando la importancia agrícola de la deidad. |
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Fushimi Inari fue el centro espiritual de los comerciantes y artesanos durante el período Edo, estableciendo una conexión con el éxito empresarial que se mantiene hasta hoy. |
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La actual estructura principal del santuario (honden) fue reconstruida en 1499 en el estilo arquitectónico nagare-zukuri. |
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Personas disfrazados de Geishas, edificios naranjas típicos, hasta aquí un santuario normal, bonito pero nada del otro mundo...hasta que se empieza a subir por una escarela... 👅 |
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Fushimi Inari es famoso por sus millares de torii rojos, dispuestos en senderos que serpentean por la ladera del monte Inari...y nosotros ni idea...100 fotos en el primer Torii de la entrada lleno de gente. |
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Se estima que hay más de 10 000 torii, la mayoría de ellos donados por empresas o particulares como acto de gratitud. |
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He omitido las 500 primeras fotos en los tramos iniciales de la escalera que es donde se agrupa la mayoria de gente, pues no todos llegan a la cima, casi siempre por el tiempo que dan las agencias de viaje. |
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Cada torii está grabado con el nombre del donante y la fecha de la donación en kanji, en color negro. |
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El camino más fotografiado del santuario es el llamado Senbon Torii (“mil torii”), donde los arcos forman túneles densos y perfectamente alineados. |
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..y fue al ver este mapa, de nuevo homenaje a mi padre cuando nos dimos cuenta de donde estábamos y lo que nos quedaba... |
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Si vienes a Japón con ganas de ver Torii, pues este es tu sitio...aquí ya te empachas de Torii para todo el viaje. |
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Los torii están hechos principalmente de ciprés japonés (hinoki) pintado con un rojo bermellón, que simboliza protección contra el mal. |
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El sendero principal cubre aproximadamente 4 km de subida y bajada, con paradas en pequeños sub-santuarios y miradores. |
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Nosotros si completamos el circuito hasta la cima del Monte Inari (233 m de altitud), considerado el corazón espiritual del santuario. |
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La cima está marcada por el Santuario Kamisha (Shin-ike), un punto menos concurrido pero profundamente reverenciado por devotos. |
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Fushimi Inari está abierto las 24 horas, y no hay tarifa de entrada, lo que lo convierte en un destino tanto espiritual como turístico. |
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Es uno de los lugares más visitados de Japón, recibiendo millones de visitantes al año, especialmente durante Año Nuevo (Hatsumōde). Y nosotros nos lo pasamos por alto la otra vez... |
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Durante el festival de Inari (Inari Matsuri) en primavera, se llevan a cabo procesiones y danzas tradicionales como ofrendas a la deidad. |
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Los empresarios visitan el santuario con frecuencia para rezar por el éxito de sus negocios, siguiendo una tradición de siglos. |
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También es común que estudiantes vayan antes de los exámenes, buscando inspiración, determinación y buena suerte. |
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A mitad de camino se encuentra el mirador Yotsutsuji, que ofrece una vista panorámica del sur de Kioto. |
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Las placas de oración (ema) tienen forma de rostros de zorro, que los visitantes pueden decorar libremente con expresiones. |
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Hay omikuji (papeles de fortuna) únicos con forma de zorro y amuletos para el éxito en los negocios, la salud o la protección del hogar. |
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En el trayecto también se encuentran pequeños santuarios familiares o locales, con cientos de mini torii y estatuas de zorros votivas. |
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La ruta está salpicada de santuarios familiares y piedras sagradas, algunas de las cuales pueden levantarse para “medir” la sinceridad del deseo. |
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a entrada al santuario se encuentra a pocos pasos de la estación Inari (JR Nara Line) y está muy bien señalizada desde la ciudad. |
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A lo largo del camino de acceso se venden dulces tradicionales, como yatsuhashi, y platos locales como kitsune udon, sopa de fideos con tofu frito. |
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Fushimi Inari ganó fama mundial tras aparecer en la película "Memorias de una Geisha" (2005), en una escena donde la protagonista corre entre los torii. |
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Es considerado uno de los santuarios más fotografiados del mundo, y sus imágenes son icono del turismo espiritual japonés. |
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Durante la noche, los senderos de torii permanecen iluminados suavemente con faroles de piedra (tōrō), creando una atmósfera mística ideal para una caminata tranquila y menos concurrida...en nuestro caso los encendieron casi cuando estábamos abajo. |
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El santuario cuenta con una oficina de sellos (shuinjō) donde los peregrinos y visitantes pueden obtener el sello rojo oficial (朱印, shuin) como recuerdo espiritual y artístico de su visita...aunque este se lo perdió Dani que siempre iba pendiente de estos sellos. |
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El santuario es famoso por sus zorros sagrados (kitsune), considerados mensajeros de Inari, a menudo representados con llaves, rollos o joyas en la boca. |
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El santuario venera no solo a Inari, sino también a cuatro otras deidades auxiliares, relacionadas con la cosecha y la producción. |
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Los devotos ofrecen arroz, sake y "abura-age" (tofu frito) a los zorros, ya que se cree que es su comida favorita. |
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Los kitsune también simbolizan inteligencia, protección y vigilancia espiritual en la tradición sintoísta. |
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Después de la caminata nos fuimos a ver el barrio de Gion, sobretodo para cenar que ya teniamos hambre. |
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Gion es el barrio de geishas más famoso de Japón, establecido durante el período Edo, y aún activo como distrito de entretenimiento tradicional centrado alrededor del santuario Yasaka. |
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Por la noche, las calles de Hanamikoji-dori y Shirakawa se iluminan con faroles de papel, ofreciendo una atmósfera única entre casas de té (ochaya), callejones de piedra y fachadas de madera (machiya). |
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Los restaurantes de Gion ofrecen experiencias kaiseki ryōri, la alta cocina japonesa de temporada, servida en ambientes refinados y muchas veces con jardín interior...y nosotros lo intentamos en uno, pero al parecer era un estrella Michelin y no llevábamos pintas como para cenar en un sitio así. Los 238€ que nos cobraban por comensal no tuvieron nada que ver... ☝😆 |
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Casi todos los sitios funcionaban con reserva, así pues acabamos en un Sushiro, una cadena super simpática, entretenida y comida japonesa, donde nos lo pasamos muy bien.. y eso que no participamos en su concurso 👅 |
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Juro que había cientos de platos mucho más arriesgados, pero tiramos por lo bueno conocido. |
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Gion alberga casas de té privadas donde se puede asistir a presentaciones exclusivas de maiko (aprendices de geisha) que incluyen danzas, música de shamisen y juegos tradicionales...pero a mi me hizo ilusión encontrarme con el Hard Rock. |
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En el área de Gion Shirakawa, junto al canal, se encuentran algunos de los restaurantes más prestigiosos de Kioto, con estrellas Michelin y vistas a cerezos que florecen en primavera....jaja, vale este no es uno de ellos. |
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Día perfecto, con multiples sitios nuevos que descubrimos en Kioto y lo cerramos con una magnifica cena y un regalito.☺ |