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Islandia - Día 12

 

Islandia 2022

Vestfirðir (19/09/2022)

Tocaba visitar una de las regiones menos conocidas de Islandía pues se aleja de la conocida carretera circular 1, la región de Vestfirðir al noroeste de la isla.

Habíamos dormido en Búðardalur un pueblo que se encuentra en el extremo noreste de la península de Snæfellsnes y es parte del municipio de Dalabyggð.

El pueblo tiene una larga historia, que data de la época de los primeros asentamientos en Islandia y su nombre significa "Camp Valley" ya que fué donde los colonos tenían campamentos temporales al llegar a la zona.

Nos dirigimos hacia el norte bordeando Breiðafjörður (fiordo ancho ) una gran bahía poco profunda, de unos 50 km de ancho y 125 km de largo.

Nos marcamos como objetivo llegar a Ísafjörður, la capital de la región subiendo por la carretera 60 y pasando por las cataratas Drifandagil y el mirador de las "Coastal cliffs".

Nos desviamos por la carretera 61 atravesando Vestfirðir para llegar hasta Hólmavík donde desayunamos en la cafetería de un supermercado (Krambúðin)

Hólmavík con 375 habitantes es un bonito pueblo dedicado a la pesca y el pastoreo y últimamente también enfocado al turismo.

Hicimos una breve parada recorriendo su calle principal en coche. Consta de una iglesia moderna construida en 1968.

Continuamos por la carretera 61 recorriendo los bonitos fiordos de Ísafjarðardjúp.

Un entorno y paisaje muy similar al de los fiordos del Este, de nuevo empezamos a ver muchísimas cascadas por el camino.

De nuevo nos encontrábamos prácticamente solos durante todo el recorrido.

Vestfirðir con una superficie de 9.409 kilómetros cuadrados, y una población de unos 8 mil habitantes, es menos del 3% del total de la población de Islandia.

Y cuando estamos solos que hacemos?😂

Por la carretera pasamos por Arngerðareyri Kastallin (una especie de castillo, que nos pareció una granja abandonada y ni paramos) y un breve desvío a Reykjanes en el fiordo Reykjarfjörður y donde había un hotel con una piscinal termal para los clientes. 

Recorrimos los fiordos de Skötufjörður, Hestfjörður y Seyðisfjörður.

De pronto se veian ciertas tonalidades en los paisajes que nunca había visto como los tonos azules en las montañas en Skötufjörður.

Las carreteras son aún hoy en día escasas e inaccesibles (especialmente en invierno), por lo que es relativamente difícil conectarse con el resto de la isla. Muchos caminos son de grava solamente. 

Es fácil encontrase con focas secándose al sol...pueden parecer troncos, pero cuando te das cuenta de que no hay árboles comprendes que son focas 👀😂.

Paramos en las cataratas de Lambagil en el fiordo de Hestfjörður.

Paramos en estas que estaban en la curva interior del fiordo aunque todas las laderas están salpicadas continuamente de saltos de agua.

Miniselfie en Hestfjörður.

A mi sorprendió ver tanta calma en el agua...y durante tantos días seguidos.

Calma en el agua y calma en la carretera...

Un imprescindible en esta ruta es para en el mirador "Tröð Scenic Lookout" en el fiordo de Álftafjörður.

Hay una roca redonda y las tonalidades que adquiere el fiordo Álftafjörður desde aquí hace que la foto sea espectacular...que bonito.

Bonitas vistas del fiordo de Álftafjörður y el pueblo de Súðavíkurhreppur.

Increible y la foto no dice nada comparado con la realidad.

Este es el último fiordo antes de llegar a la capital de la región, Ísafjörður.

En el mirador hay un mapa de la región y una mesita para hacer un picnic.

Aunque el día estaba nublado, hacía muy buen tiempo..solo te dabas cuenta en que latitudes estábamos cuando veíamos las montañas nevadas al otro lado del fiordo.

La pesca ha sido la principal industria en Ísafjörður, y la ciudad tiene una de las mayores pesquerías en Islandia.

Ísafjörður es la ciudad más septentrional de Islandia. Ubicada a menos de 50 kilómetros del Círculo Polar Ártico, la temperatura media anual de Ísafjörður es de 0.3 °C.

Llegamos hasta Bolungavík, ya no había más allá. Un pueblo a orillas del océano Ártico y a 13 kilómetros de Ísafjörður al que se llegaba atravesando un tunel. Es uno de los puertos pesqueros más antiguos de Islandia.

El túnel de los Vestfirðir, concluido en 1996, conecta Ísafjörður con los pequeños pueblos de Flateyri y Suðureyri.

Es un tunel bastante lasgo y muy curioso ya que tiene un solo carril con apartaderos cada 100-200 metros para apartarse en caso de cruzarse con un coche en sentido contrario.

Sin buscarlo y sin esperarlo nos encontramos con la maravillosa Dynjandi.

Dynjandi es un conjunto de siete cascadas que se van recorriendo por un precioso sendero y pasarelas hasta su base.

Ibamos en sentido sur por la carretera 60 y el asfalto llega hasta el desvío al parking de la catarata. A partir de este punto la carretera hacía el sur es un camino de grava en bastante buen estado.

Subiendo por el paseo vas pasando por los saltos de Bæjarfoss, Hundafoss y Hrísvaðsfoss.

El primer salto más notable es Göngumannafoss. 

Y quizás desde Strompgljúfrafoss es desde donde se tiene la mejor vista o al menos la más bonita.

Dynjandi es una cascada situada en el fiordo Arnarfjörður

También se la conoce como Fjallfoss (cascada de montaña).

Desde aquí arriba habia vistas impresionantes del fiordo Arnarfjörður.

Arnarfjörður es un fiordo que por su extensión es el segundo de la región de Vestfirðir después del de Ísafjarðardjúp.

Los siete saltos tienen una altura total de hasta 100 metros.

No llovía pero si había mucha humedad en el ambiente...era como una niebla que mojaba.

En verano vierte entre 2 y 8 metros cúbicos por segundo, mientras que en inverno el caudal se divide por la mitad.

Al contrario que en el resto de la región y el resto del día aquí, en este paraje perdido si nos encontramos bastante gente.

Varios coches y un par de minibuses que daban chocolate y café en el parking de la catarata a sus turistas.

Aquí arriba también nos encontramos con un grupo de gente haciendo una especie de fotoreportaje a una pareja. No se si eran famosos o no por el montón de gente que iba con ellos, aunque también se anuncia bastante que se organizan bodas en casi todos los parajes de Islandia.

Eran ya las 18h y aún no habíamos comido...y eso que en Ísafjörður mi madre insistió bastante, aunque gracias a no parar a comer pudimos ver Dynjandi.

Durante todo el camino de regreso a Búðardalur no encontramos nada. Alguna granja muy aislada, pero ni pueblos y restaurantes en toda la carretera 60 desde Dynjandi hasta Búðardalur.